Lola anda enferma, algo le ha picado en los cuartos traseros y le ha dejado la infección y le salen rochas que le produce mucho picor, es tan sumamente buena que eso que llaman "el cono de la vergüenza" lo acepta de buen grado y cuando volvemos de recoger a Carmela le ladra a este artilugio para que se lo ponga.
Lleva unos días alicaída y con pocas ganas de jugar pero la conversación no la deja. Ando indagando en Internet buscando información sobre una enfermedad de los pájaros y viene y me da con esa patita izquierda y me pide que la coja para echarse sobre mi regazo y poner su cabeza en mi brazo ( imposible escribir así).
Cuando adopta esta postura ya se que la conversación es inevitable, solo es cuestión de tiempo.
- Antonio dime una curiosidad que tengo ¿ Aparte de mi tuviste mas perros?
- Si Lola casi toda mi vida me han acompañado seres de tu especie.
- ¿ Y como eran? ¿ háblame de ellos?
- Lola eran muchos y cada uno con su historia, seria muy largo de contar.
- Bueno pues cada día me cuentas la historia de uno de ellos,
Siempre sabe sacar ventaja de esta situaciones...........
- ¿ De quien me vas a hablar hoy?
Ella da por hecho que yo acepto el trato y la verdad no me gusta recodar a esos perros que compartieron su vida conmigo.
A mi largo silencio ella insiste en su petición y esa mirada de curiosidad es irresistible.
- Venga cuentame de quien me vas a hablar hoy?
Suspiro y le respondo:
- De Sebastiana.
- ¿ Ese nombre se lo pusiste tu?
- Si Lola. me la encontré en una calle de Huelva de nombre San Sebastian en una casa abandonada y tenia cuatro cachorros con apenas unos días de vida.
Lola abre mucho los ojos, como si eso no pudiera ocurrir, en su mundo eso es impensable.
- ¿ Era como yo?
- No Lola era lo que los humanos llamamos un mestizo un cruce de galgo con vete tu a saber que otra raza, era un perro de la calle y yo tenia apenas trece o catorce años.
- ¿Y que hiciste?
- Pues me dio lastima y me la lleve para casa y como no podía tenerla en casa me la lleve a un hueco de escalera con sus cuatro cachorros y entre los chavales del barrio y yo los criamos, cada uno tenia su cachorro y todos nos preocupábamos de la madre, eramos como una manada
Creo que Lola ha quedado impresionada con la historia de Sebastiana y por unos momentos se olvida de los "picores" y se rascarse pero ella aón no sabe que queda lo mejor.
- ¿Era cariñosa?
- Para la vida que habia llevado hasta ese momento era un ser sumamente cariñoso y agradecido-
- Cuéntame mas de ella-
- A la salida del colegio nos reuníamos y le traíamos la comida para ella y los cachorros y nos íbamos al "tubo" a bañarnos, eran tiempos felices para ella y las crías.
Lola se da cuenta que no sigo la historia y empieza a olerse lago malo-
- ¿Como se "Fue"?
- La miro y me cuesta trabajo continuar.
Un día al salir del colegio me cuanta que los de la "perrera" habían estado allí y se habían llevado a Sebastiana y alas crías, fue la primera vez que me entere que cual era el fin que les esperaba a los perros que cogían los de la perrera municipal. Esa tarde fui al Matadero y saltándome la valla por la parte de las vías solté a todos los perros que había en las jaulas.

La carita de Lola es un "poema" de tristeza y con temblor su pregunta es: ¿Que ocurrio?
- Los perros escaparon casi todos y a mi me detuvo el municipal de la puerta.
- ¿ que te ocurrio?
- Tuvo que ir mi padre a buscarme y me dio la paliza mas grande que recuerdo que me pagara jamas,
- ¿ Y Sebastiana y los cachorros?
- Tuvieron la suerte de escapar y volvieron al barrio. seguimos juntos unos mese mas y la volvieron a coger a ella y a dos cachorros y no pude hacer nada esta vez por ellos pero te puedo asegurar que los dos cachorros que quedaron fueron los dos perros mejor atendidos que recuerdo.
- Lola me mira y se pregunta como algunos humanos pueden actuar de esa manera y creo que no entienden si ellos dan tanto como algunas personas los pueden tratar así.
Vamonos a Buscar a El silencio lo rompe esta vez ella y veo que no tiene mas ganas de charla. Anda v Carmela
Lleva unos días alicaída y con pocas ganas de jugar pero la conversación no la deja. Ando indagando en Internet buscando información sobre una enfermedad de los pájaros y viene y me da con esa patita izquierda y me pide que la coja para echarse sobre mi regazo y poner su cabeza en mi brazo ( imposible escribir así).
Cuando adopta esta postura ya se que la conversación es inevitable, solo es cuestión de tiempo.
- Antonio dime una curiosidad que tengo ¿ Aparte de mi tuviste mas perros?
- Si Lola casi toda mi vida me han acompañado seres de tu especie.
- ¿ Y como eran? ¿ háblame de ellos?
- Lola eran muchos y cada uno con su historia, seria muy largo de contar.
- Bueno pues cada día me cuentas la historia de uno de ellos,
Siempre sabe sacar ventaja de esta situaciones...........
- ¿ De quien me vas a hablar hoy?
Ella da por hecho que yo acepto el trato y la verdad no me gusta recodar a esos perros que compartieron su vida conmigo.
A mi largo silencio ella insiste en su petición y esa mirada de curiosidad es irresistible.
- Venga cuentame de quien me vas a hablar hoy?
Suspiro y le respondo:
- De Sebastiana.
- ¿ Ese nombre se lo pusiste tu?
- Si Lola. me la encontré en una calle de Huelva de nombre San Sebastian en una casa abandonada y tenia cuatro cachorros con apenas unos días de vida.
Lola abre mucho los ojos, como si eso no pudiera ocurrir, en su mundo eso es impensable.
- ¿ Era como yo?
- No Lola era lo que los humanos llamamos un mestizo un cruce de galgo con vete tu a saber que otra raza, era un perro de la calle y yo tenia apenas trece o catorce años.
- ¿Y que hiciste?
- Pues me dio lastima y me la lleve para casa y como no podía tenerla en casa me la lleve a un hueco de escalera con sus cuatro cachorros y entre los chavales del barrio y yo los criamos, cada uno tenia su cachorro y todos nos preocupábamos de la madre, eramos como una manada
Creo que Lola ha quedado impresionada con la historia de Sebastiana y por unos momentos se olvida de los "picores" y se rascarse pero ella aón no sabe que queda lo mejor.
- ¿Era cariñosa?
- Para la vida que habia llevado hasta ese momento era un ser sumamente cariñoso y agradecido-
- Cuéntame mas de ella-
- A la salida del colegio nos reuníamos y le traíamos la comida para ella y los cachorros y nos íbamos al "tubo" a bañarnos, eran tiempos felices para ella y las crías.
Lola se da cuenta que no sigo la historia y empieza a olerse lago malo-
- ¿Como se "Fue"?
- La miro y me cuesta trabajo continuar.
Un día al salir del colegio me cuanta que los de la "perrera" habían estado allí y se habían llevado a Sebastiana y alas crías, fue la primera vez que me entere que cual era el fin que les esperaba a los perros que cogían los de la perrera municipal. Esa tarde fui al Matadero y saltándome la valla por la parte de las vías solté a todos los perros que había en las jaulas.

La carita de Lola es un "poema" de tristeza y con temblor su pregunta es: ¿Que ocurrio?
- Los perros escaparon casi todos y a mi me detuvo el municipal de la puerta.
- ¿ que te ocurrio?
- Tuvo que ir mi padre a buscarme y me dio la paliza mas grande que recuerdo que me pagara jamas,
- ¿ Y Sebastiana y los cachorros?
- Tuvieron la suerte de escapar y volvieron al barrio. seguimos juntos unos mese mas y la volvieron a coger a ella y a dos cachorros y no pude hacer nada esta vez por ellos pero te puedo asegurar que los dos cachorros que quedaron fueron los dos perros mejor atendidos que recuerdo.
- Lola me mira y se pregunta como algunos humanos pueden actuar de esa manera y creo que no entienden si ellos dan tanto como algunas personas los pueden tratar así.
Vamonos a Buscar a El silencio lo rompe esta vez ella y veo que no tiene mas ganas de charla. Anda v Carmela